01 octubre 2009

Facturas, ofertas y menús

Pocas cosas me emocionan tanto en esta vida como dirigirme un jueves a mediodía hacia mi buzón, antes de subir dos eternos y mortales tramos de escalera hasta mi casa, y ser atacada por una avalancha de propaganda al abrir la pequeña puertecita.

Maravilloso.

Aun tengo algún que otro menú del telepizza pegado a mi cuerpo.

Y yo me pregunto una cosa... ¡¡¿Es que ya nadie escribe cartas?!!

Telefónica y Unelco no cuentan. Tampoco las cartas a los reyes magos.
Que si, que ya sé todo el rollo de la modernidad, que existen los "e-mails" , que aparte de ser la mar de cómodos, son 2349 veces más rápidos.
Pero... con lo emocionante que era abrir el buzón y ver un sobre con letra escrita a mano y un sello... Después abrirla, leerla, releerla, responderla, echarla en el buzón.
No lo hice muchas veces, claro. Yo nací con un pentium debajo del brazo, pero aun así soy consciente de que era casi un ritual.
Esto de la modernidad nos está haciendo alejarnos de la magia a pasos agigantados.
Lo mismo pasa con las llamadas. Enseguida tiramos del móvil. Fácil, rápido, instantáneo. Como todo lo de ahora. Yo soy casi de la generación del euro, pero aun recuerdo las colas en las cabinas de teléfono y las agradables tertulias que se formaban alrededor...
[niñaaaa.... acabamos ya o que???, no tengo toda la tarde!!!]
Ahora casi nadie las utiliza, nisiquiera para incordiar a las señoritas del 1003, cosa que yo hice mucho, por cierto.
Una vez llamé durante las fiestas de mi pueblo, mientras echaban los voladores, diciendo que estabamos en medio de un bombardeo y que necesitabamos patrullas militares... Pff, cosas de niñas, lo normal, vamos.
Ah, otra vez llamé para pedir el teléfono de Alejandro Sanz. Después le dije que si no lo tenía que no se preocupara, que con el de Nick Carter me valía. La señorita, muy amable, me dijo que como siguiera molestando rastrearía la llamada y mandaría a la policía al lugar en cuestión. Qué sensible la mujer. Sólo le pedía un número de teléfono. Los del 11811 de ahora no se pondrían con tantos remilgos.

En fin... qué buenos momentos que ya no van a volver. Una pena. Bienvenidos a la era del sms.

16 comentarios:

Girl From Lebanon dijo...

Al ladito de mi trabajo hay una cabina...muchas mañanas hay una señora que la utiliza...la primera vez que la vi, confieso que me pareció entrañable...recuerdo los veranos que pasabamos en el pueblo, y el ritual de ir a la cabina una vez por semana para llamar a mis padres...esperabamos los sabados ansiosos...la semana pasada se estropeó el telefono fijo de casa, y mi padre fue en busca de otro...cuando mis hermanos vieron que tenía cable, casi le llaman neanderthal...lo que cambian las cosas...

Bss!!!!

Sergio dijo...

Yo sí me escribo con una amiga de Cádiz.
Es más, le tengo terminantemente prohibido agregarme a ninguna red social ni msn precisamente por no perder el encanto.
Qué ilusión llegar todos los días de clase y mirar el buzón, y un día te encuentras tu carta... La abres, te sientas en el borde de tu cama y la lees, examinas cada detalle de su letra y casi te la aprendes de memoria.
Su última carta la llegué a leer cinco veces nada más recibirla y otras cinco antes de acostarme a dormir.
A mí me encanta, ojalá petara el mail y tuvieramos que volver a cartearnos.

Gossip Girl dijo...

Siempre me ha gustado eso de ver la letra de los demás en las cartas, pero ahora nadie utiliza el correo, nunca encuentras cartas escritas a mano solo el banco y la compañia telefónica. Me encanta tu blog, te sigo

XOXO

M dijo...

Jajaja, anda que no hacía yo bromas de esas desde las cabinas en las tardes de verano... ni me acordaba! Y cartas estuve escribiendo y recibiendo muuucho tiempo, es una de las cosas que más ilusión me hacía. Un email no es lo mismo...

Jo Grass dijo...

Qué nostalgia más grande lo de las cartas...¡¡Lo echo tanto de menos!! A mí me encantaba hacer cartas collage, llenas de dibujos, texto, fotos y escritas con bolis de colores. Recuerdo un colega crítico musical con el que trabajé un par de años, que se fue a vivir a Australia y nos pasamos dos años más contándonos la vida. Me emocionaba pensar el camino tan largo que recorrían nuestros textos; hasta me imaginaba una saca de correos dando tumbos por el mundo con mi carta hiperdecorada viajando en la bodega de un avión, codeándose con un montón de cartas que se apeaban en lugares como Singapour. Lo de las cabinas de teléfono también tenía su rollo. Mi hermana y yo llamábamos a restaurantes a encargar paellas para 15 y cosas así, como gamberrillas de medio pelo, jaja

Luna Méndez dijo...

Aiiiiiiiins, yo escribía muuuuchas cartas!!! me encantaba y odio que se haya perdido esa constumbre.... yo aún sigo haciendolo de vez en cuando..tienen un encanto que no es comparable a los emails!!!!!

Hoy toy cansadina, no me da la cabeza pa contestar más locuazmente :P

Un besito RAque!

r dijo...

Girl del líbano... sí que han cambiado. Me imagino lo que le parecerá el mundo de ahora a mi abuela, que tiene casi un siglo. Una locura incomprensible. La pobre entre los “ebros” (euros) y los bichejos móviles esos no atina. Me pregunto cómo será el mundo cuando yo llegue (si llego) a su edad...


Sergio... Es genial!! Yo también quiero un carta-amigo. Cuando era pequeña me escribía cartas con mi vecina. Algo bastante absurdo, porque nos las entregábamos en mano... Y aun así, me hacía mucha ilusión. Aun las tengo todas guardadas...


Gossip girl... el correo escrito tiene un encanto innegable, algo que los píxeles no podrán reemplazar. Muchas gracias por unirte... Bienvenida :D


M... algún día volveré a llamar a la señorita del 1003. Con qué poco se es feliz siendo un renacuajo, eh? Que nostalgia... la gente usa tan poco las cabinas, que uno ya nisiquiera se encuentra monedas. Recuerdo que una vez tuve la suerte de encontrarme una de 500 ptas!!! Medio sueldo mensual! En aquella época con 500 te ibas al cine y te comprabas palomitas.... uff


Jo... es maravilloso eso del recorrido de las cartas. Es como mi obsesión con el recorrido que hacen los objetos hasta llegar a nuestras manos. El otro día, sin ir más lejos, vi que mi camiseta era “made in Bangladesh”... Inquietante. Mi ropa viene de sitios que no sé situar en el mapa con seguridad.
Y lo de las cabinas... terminará por desaparecer, ya verás. Nos hemos hecho unos adictos al móvil. ¿Quién no ha llamado a su acompañante cuando se pierde en el súper/centro comercial/etc, etc?
Sin duda echaré de menos lo de las bromas [Paella para 15!!! A cuántos restaurantes habrás arruinado, mujerdedios!] aunque ahora ya no hay que llamar a las señoritas de telefónica, ya llaman ellas solas. Más de una vez les he contestado, cuando preguntan por “la señora de la casa”: “uy, disculpe, yo es que entré a robar y ahora mismo los dueños no se encuentran, si quiere les dejo un mensaje” o “yo soy la que limpia, a mi no me cuente historias”... pobrecillas.


Ankariii... ¿Qué te sucede? Tranqui.. yo también ando espesa hoy. De hecho debería estar haciendo una maravillosa y superdivertida redacción de inglés, y aquí me ves... vagueando. En fin... creo que organizaré un “amigo invisible” de cartas escritas a mano. Nos enviaríamos sobres con purpurina de colores y poemas de esos que escribes tú, tan bonitos... Cómo me alegraría el día recibir algo así en mi buzón repleto de publicidad de Mediamarkt.

Luna Méndez dijo...

Jiji, pasar pasar no pasa nada, pero esto de volver a clase me tiene matada...!!!

es toda una alegría ver una carta que es dirigida a tí entre tanta publicidad y sobre apersonal..:P

dEsoRdeN dijo...

Estoy muy de acuerdo. Justo hoy, buscando una factura (cartas de estas sí que me llegan a montones), he encontrado cartas de exnovietas... de cuando tenía 11 o 12 añitos!! Ni me acordaba de que existe una cosa que se llama papel...

valita dijo...

uhm mil veces he ido a mi buzon esperando una cartita romantica ^^

PinKbutTerflY dijo...

Soy de los que dicien "arriba la modernidad!!"
Está bueno el tema de las cartas y todo eso, pero amo la practicidad de los e-mails!
El otro día estaba leyendo los clasificados y había muchos que pedían que uno mande su CV por correo y yo pensaba: Que gente antiquisima!! Existe internet por Dios!!!
En fin, el e-mail y el teléfono celular son parte de mí.^^

Un abrazO.

Luna Méndez dijo...

O.o qué profe tan marrana!!!
Yo tenía una de educación física que les contó a todos los demás profes que yo tenía problemas con la comida..
Mi profe favorita (que era de las buenas) vino super preocupada a decirme si estaba bien y que tenía que aceptar mi cuerpo y yo me quedé con cara de póker mirando pa ella y le dije: "pero si estoy estupenda"...

jajajaj, hay profesores que era pa encerrarlos y tirar la llave...

Tú no olvides el efecto FIlwal, seguro que responde a muchas de las situaciones indesables de tu vida!

:)

Juan Rodríguez Millán dijo...

Yo también añoro las cartas, sí... De crío tuve varias amistades por correspondencia, pero ahora... La gente ya no sabe vivir con quienes no estén modernizados...

Lo de las cabinas la verdad es que no lo hice nunca... No era un crío muy gamberro, para qué nos vamos a engañar, je, je...

Inner Girl dijo...

Pues me parece a mí que no, ya nadie escribe cartas. Y yo la primera. Me da una pereza tremenda. Pero reconozco que era una costumbre preciosa que es una pena que se haya perdido... :(

si, bwana dijo...

Se ha perdido la costumbre de escribir cartas (y los aficionados a la filatelia lo sufrimos), pero, en cambio, aquellas recetas ilegibles de los médicos salen ahora, clarísimas, por la impresora.
Algo hemos ganado.

Anónimo dijo...

pues si... ojala la carta fuera lo de antes... ojala la gente usara más este medio... pero ahora tiene un punto más a favor... la sorpresa que te llevas... muy poca gente hoy día espera que nadie te envie una carta... y debe ser una sensación especial...

yo hace poco mandé un par de ellas... eran cartas-detalle, le mandaba a una persona muy especial cachitos de mi alma con 2 sellos por fuera... en esos sobres mandaba toda mi ilusión...

ella ahora está a más de dos sellos de distancia, se fue... se perderá cartas, cariño, amor... y todo lo que la di... ella se lo pierde...

yo de momento aún sigo rezando para que se cruce en mi vida otra persona que me inspiré lo suficiente como para volver a tirar de puño, letra y sellos... espero que llegue muy pronto...

P.D.: He leido algunas cosillas... me encanta como escribes la verdad... te seguiré leyendo... enhorabuena por tu rinconcito

un saludooooooo