deja de estar y encuéntrame.
Encárame, tira de mí.
Arrástrame hasta donde estés y agárrame fuerte.
Haz que llegue a quererte con la intensidad que la rabia lleva inherente.
Con el corazón en un puño,
con el alma entre los dientes.
Deja de recorrer el mundo.
Dondequiera que estés,
ven a deshacerme.