28 septiembre 2014

Eres como uno de esos personajes de película.

Apartentemente simple, pero impenetrable en realidad. Complicado para todo el que intente acercarse tanto como lo he intentado yo.

Creo que solo en el instante en el que estás a punto de llorar, con los ojos clavados en el final de la carretera, como viéndolo todo sin ver nada en realidad mientras te radiografías a ti mismo, eres tú de verdad. Y no pasa a menudo.

No te dejas ser.
Es imposible conocerte.