25 septiembre 2011

Me estaba vengando.


No lo sabía, pero era lo que estaba haciendo.

Me estaba vengando por el tiempo perdido, por la incógnita eterna, por aquel quizás inoportuno, por todas las noches que deseé con todas mis fuerzas ser ella.

No fueron las circunstancias las que fueron injustas con nosotros y nuestra turbulenta historia. No fuiste tú, ni tampoco fui yo. Fue mi subconsciente. Mi malvado subconsciente, que se negaba a perdonarte aun cuando ya había pasado todo, aun cuando ya solo éramos tú y yo y nadie más que tú y yo.

Me había convertido en ti.

No lo sabía, pero intercambiamos los papeles y me había convertido en ti de la misma forma que tú te habías convertido en mí.

Yo, fría. Yo, egoísta. Yo, insensible. Yo y mi mundo. Yo y mis problemas. Yo, yo, yo, y nunca tú.
Y tú, esperando. Tú, esperando por mí. Tú, esperando a que me diese cuenta de que no eras el enemigo, de que todo había cambiado, de que solo éramos tú y yo y nadie más que tú y yo.

Hasta que llegó el límite.

Hasta que dejaste de esperar.

Hasta que dijiste que volvíais a ser ella y tú y nadie más que ella y tú.

Hasta que me di cuenta de que me había estado vengando, de que no me había dado cuenta hasta ahora, pero que era eso lo que había estado haciendo.

Y me arrepentí. Y me di cuenta de que ya pasó. Que no había nada que pudiera hacer ya para arreglarlo.

El abanico de Lady Windermere (feat. Daddy Yankee)


Un sábado por la noche yo me dedico a hacer estas cosas.

20 septiembre 2011

Algo ha cambiado para siempre


Nunca había probado un final de verdad, así que no sabía cómo eran ni a qué sabían. Lo cierto es que antes había habido otros, muchísimos otros, pero supongo que esos finales no hacían honor a su nombre.

Ahora que ha pasado el tiempo he llegado a comprenderlo. Un final de verdad, un final de finales, es eterno y nunca vuelve a repetirse. Pensándolo bien, los finales se parecen un poco a los principios. Tampoco vuelven a repetirse jamás. Probablemente eso fue lo que lo estropeó todo, nuestro incansable afán por volver a ese punto. Ojalá lo hubiéramos sabido antes de perder el deseo, la atracción, la pasión, el amor y la inocencia por el camino.

Ojalá. Cómo odio esa palabra. Es la forma elegante que tiene la gente de decir que algo no tiene remedio. Y ciertamente no lo tiene. Y nos da igual. Porque esto es un final de verdad. Y ahora sé que un final de verdad es no saber de ti, es que no sepas de mí, y que ya no nos importe a ninguno de los dos.

Prefiero los principios. Cualquiera opinaría lo mismo que yo. Los principios siempre saben a algo. Los principios son dulces y adictivos. Los finales no. Los finales no saben a nada. A absolutamente nada.




Algo ha cambiado para siempre - Tulsa

15 septiembre 2011

Crisis enanas que te rompen un poco. Duelen y sangras.



Pero no dices nada. Sonreír para que no te preocupes, para que no te des cuenta de que no soy tan fuerte.

Creo que aquí todo va demasiado rápido, aquí todo es gigante, todo es seco, todo es brillante, todo mentira. Quizá no encaje nunca.

De vez en cuando me tiemblan las rodillas, como si no fueran capaces de aguantar mi propio peso. Cuando flaquean de esa manera hasta la brisa más leve sería capaz de derribarme.

A veces me quedaría ahí, en el suelo, mirándolo todo, atontada por el brillo de las luces anaranjadas del alumbrado público, escuchando el murmullo de las conversaciones ajenas, viendo como va la gente de un lado para otro con la prisa devorando sus talones, mientras el corazón se suelta de mi garganta y vuelve a su sitio, al lado izquierdo de mi pecho, de donde nunca tenía que haber salido.



Como echar de menos a alguien que no has conocido todavía.

Como buscar sin querer unos brazos que no existen al darme la vuelta y revolverme entre las sábanas.

Como estar esperando a que pase algo de repente. Como estar buscándole inconscientemente.

Como si supiera que en cualquier momento vamos a encontrarnos. Como si fuera a reconocerle.



11 septiembre 2011

Hombre invisible, transparente figura humana, te estoy mirando a los ojos y no ves que te estoy viendo.


Así no vamos a arreglar el mundo. La distancia es distancia y solo sirve para alejarse.

Hombre insensible, pareces un juguete con la mirada perdida envasado al vacío. ¿Dónde están tus constantes vitales?, ¿dónde escondes las venas?, ¿dónde tienes los nervios?

Alguien debió llegar antes que yo. Alguien te congeló por dentro. Alguien acabó con todo.

Hombre de hielo, quiero acercarme más y no me atrevo. Un No saliendo de tus labios debe sonar como un monstruoso estruendo.

Hombre impasible, estás perdiendo el tiempo... y puede que sintieras algo si te beso.

Hombre imposible.

Creo que me he enamorado de ti.




The first days of Spring - Noah and the Whale

07 septiembre 2011

Antes.



Olías a agua salada.
Olías a amor.
A ternura.
Olías a sexo.
Olías a verano.
Antes olías a ti y eras el perfume perfecto.

Ahora hueles a barro.
Hueles a tierra.
A rabia.
Hueles a óxido.
Hueles a humo.

Antes tenías los ojos más profundos del mundo.
Los ojos más bonitos. Los más intensos.
Me daban vértigo.
Guardabas una galaxia entera ahí dentro.

Ahora tus pupilas esconden dos agujeros negros.
Vacíos, huecos.

Solíamos hablar de cualquier cosa, hasta horas en las que las personas que están bien de la cabeza están durmiendo. Tenías el poder de hacer las noches eternas, y de sacarme una sonrisa que me duraba todo el camino de vuelta a casa.

Antes creía que eras tú.

Antes.

En cambio ahora...


01 septiembre 2011

Los patines son para el verano



Y dicen que ya se ha acabado. Yo no me los quito todavía, por si acaso vuelve.





Eliza Doolittle - Rollerblades

Como en las películas, hacer algo o no hacerlo puede cambiarlo todo.



Ya no tendría sentido decirte que estos años a veces no me parecen más que unas vacaciones sin gracia, que me parece que en cualquier momento llegará septiembre y volveremos a estar donde siempre teníamos que haber estado. Que aún pienso en ti, que ya solo me acuerdo de lo bueno. Que si pudiera, borraría todos los capítulos de nuestra historia llenos de errores y erratas.

Pero tú has seguido adelante. Y ya no tiene sentido. No después de tanto tiempo. Por eso he escogido el no.


(No quiero ser yo quien provoque tu primera combustión)