28 febrero 2010

Barroco Volkswagen Polo Hello Kitty (un absurdo título para un absurdo coche)

La primera vez que lo vi me fue imposible pasar de largo. Después de tres pasos me paré en seco, atónita, pasmada, estupefacta.

- No puede ser...

Y volví hacia atrás. Tenía prisa, pero me tomé mi tiempo para examinarlo de arriba a abajo. No había rincón de aquel Volkswagen Polo negro que no estuviese decorado con alguna pegatina de Hello Kitty digna de ser el clásico regalo que viene en los paquetes de pelotazos.
Mi reacción inmediata fue meter la mano en el bolso y sacar el móvil. Tenía que sacar unas cuantas fotos.

- ¡Mierda!

No tenía memoria suficiente, y lo que es peor, en la esquina derecha del aparato me avisaba el cacharro que como siguiese allí alelada perdería el barco.

- A ver si otro día...

Tuve suerte este martes. Estaba aparcado por fuera de un supermercado. ¡Ja!, esta vez no te me escapas. Desenfundo móvil. Borro archivos inútiles. Memoria liberada.

Primera foto.
Segunda.

Mujer-con-uniforme-de-supermercado: Mi compañera te va a pedir los derechos de imagen...

(Mierda, Raquel... actúa)

Yo-fan-alocada-del-tuning-absurdo: Oh!! ¿Le molestaría que sacase unas fotos? Es que lo vi hace unos días y me encantó. Es un trabajo maravilloso, ¿eh?... con tanto detalle. Maravilloso.

(Sí. Quizá me pasé un poco)

Mujer-con-uniforme-y-sonrisita-burlona: Tranquila, mujer. No pasa nada. El coche es de mi amiga. Trabaja aquí, en el supermercado. Yo le pido las llaves ahora mismo para que te subas y te saques una foto... espera un segundo.

Yo-metida-en-el-papel: ¡¡¿En serio?!! Wooow... GRACIAS. Pero mejor no me subo, no quiero estropear la foto. ¡¡¡Vaaaaaaaaaya!!! Qué forros interiores más chulos.... uh!!!! No se le escapa detalle, ¿eh?... Menuda artista.

(...no podía parar :S)

Mujer-con-uniforme-empezando-a-tener-miedo: eh... mmm... si... son hechos a mano, según tengo entendido.

No podré volver a pasar por allí sin que me miren raro. Pero yo cumplí con mi objetivo. Aquí están los resultados.











PD: Vi a la propietaria. Eso es lo más inquietante. No era una quinceañera. Ni una poligonera. Parecía una persona totalmente normal.
Parecía.
Ya lo dice el dicho. El coche es el espejo del alma.

24 febrero 2010

Tómalo como un presentimiento.

Cualquier día dejaré esta historia a la mitad.
Así terminará quedándose.

El hilo conductor se enredó, me enredó. Y acabó por confundirme.
En alguno de estos capítulos cada palabra comenzó a pesar toneladas. De repente las acciones se suceden de manera absurda e inconexa. Cada frase parece estar escrita en un idioma que no comprendo.

Diálogos insípidos. Frialdad entre personajes.

Cualquier día ya no querré seguir leyendo. Cualquier día ni siquiera me importará no llegar al desenlace. Con la de noches que he pasado soñando con él...




...ni te lo imaginas.

19 febrero 2010

Derechitos a las cavernas, que hace mal tiempo.

A partir de mañana se acabaron los microondas y las vitros de inducción en mi casa. Al carajo con la modernidad. De nada me sirven los avances si cuando en Tenerife se nos planta una borrasca más oscura de lo habitual, adiós al suministro eléctrico, y de paso, adiós también a la comida caliente.

Adiós a la comida caliente, que nos duele a todos; adiós a la telenovela, que le duele a mi abuela; adiós a la granja del Facebook, que le duele a mi hermana; adiós a la plancha del pelo, que le duele a mi amiga Mónica; adiós al messenger, que me duele a mí; adiós, entretenimiento... adiós.

Dolores menores al fin y al cabo. Porque si uno se aburre, siempre puede coger el coche e ir hacia la luz. La luz eléctrica, no vayan a pensar que valoro tan poco mi vida.
Eso hice yo esta penumbrosa tarde de jueves. Ir hacia el centro comercial más cercano, a ver gente, a ver tiendas, a ver algo... Todo menos sacar el Trivial Pursuit polvoriento del desván que ya estaba desfasado cuando yo tenía cinco años.

Y el panorama era el mismo cuando llegué allí. Las señoritas dependientas hacían gala de su descontento por no contar con luz eléctrica y no poder atender al público justo en la puerta de los establecimientos. Allí estaban sentadas, mano sobre mano, probablemente pensando "¿Y para esto salí de mi casa yo?" (u otros improperios, que por educación no voy a transcribir).
Adiós clientes, adiós ventas, adiós dinero. Eso debe doler algo más.

Y es que la isla entera se vio afectada por un apagón eléctrico desde las 12 de la mañana. Que se les filtró agua en la central, dicen los señores de Unelco-Endesa. Vaya por dios.
No es la primera vez que caen unas cuantas gotas y en Canarias nos quedamos a oscuras. Creo que van dos desde que empezó el 2010. La guinda la pone ABC en su versión on-line citando palabras del responsable de Unelco en Tenerife:

"Afirmó también que mentiría si garantizase que Tenerife no va a volver a sufrir otro "cero eléctrico" [...]"

Así me gusta. Sinceridad ante todo, no vaya a ser que se nos ocurra quejarnos el próximo mes. Avisados quedamos.

Vayan haciéndose con unas cuantas velas y un camping gas, que hay mucho listo por ahí que de los males ajenos quiere sacar tajada, y después intentará vendérselos a precio de oro. Les será de gran utilidad. Acabamos de estrenar el invierno, y por lo que parece, se presenta oscuro...




Yo, además, tengo una preocupación añadida.
¿Cómo estará la pobre señora de los congelados que llamó a la radio el día de la
tromba de agua?

15 febrero 2010

Te siento cerca, ¿sabes?

Quizá alguna vez hayas perdido algo en tu propia casa. Justo cuando más lo necesitas, desaparece. Y es absurdo, porque sabes que está ahí, que lo debes tener a dos palmos de tus narices, pero no puedes verlo, no eres capaz de encontrarlo. Se lo habrá llevado un duende - diría mi madre. ¿Y para qué coño querrá un duende mis llaves?

Recorres cada habitación, cada rincón, cada esquina. Entras, sales, empiezas a desesperarte, a dar vueltas sin rumbo pasando una y otra vez por los mismos lugares, mirando sin mirar... y de repente, cuando ya te has cansado de deambular por la cocina, el salón, el baño y el dormitorio, ahí está. Frente a ti. Y tú, que habías pasado treinta veces por delante, ni siquiera te habías dado cuenta. El mejor ejemplo para aquello de "cuando menos te lo esperes, aparece", "cuando dejes de buscar..."

Pues así es como me siento. Como si acabara de darme cuenta de que te has extraviado, como si te hubiese perdido. Y sé que estás ahí. Más cerca... más lejos...ahí. Te intuyo.
Pero aún no he dado con ese maldito rincón del que espero que no te muevas. No me lo pongas más difícil.

14 febrero 2010

Llámame sentimental...

...pero yo hoy me muero porque me endulcen el oído con poemas copiados de internet, me emborrachen a base de mon cherís y me saquen a pasear a la luz de los escaparates de algún centro comercial. Hoy me muero porque me lleven a cenar a un restaurante al que doscientas parejas más también hayan decidido ir precisamente hoy a celebrar su amor verdadero y tener como hilo musical el bullicio de la gente.
Será porque es el día de San Valentón, será...


11 febrero 2010

Mis diez historias, mis diez canciones

Un buen día alguien con un blog diferente y especial pasó por aquí y pensó en mí para hacer una colaboración. Me vino de sorpresa la propuesta, y no me quedó más remedio que aceptarla porque me pareció una idea estupenda.

La cosa va de música. Concretamente de canciones, y para ser más exactos, de mis diez canciones favoritas. Ordago13 lleva un tiempo publicando en su blog "1o historias 10 canciones" los temas favoritos de otras personas que como yo, comparten un poquito de sí mismos con el resto del mundo a través de la red.

Pero no se trata de una simple lista de canciones, numeradas del uno al diez y para de contar. Vienen siempre con un pequeño texto que en ocasiones cuenta pequeñas historias, o explica por qué esa canción es importante. Unas cuantas palabras que ayudan a conocer un poco mejor a la persona que está detrás de las letras.
Esta semana me ha tocado a mí... Quizá mis diez canciones te ayuden a hacerte una idea de cómo soy. Te invito a escucharlas...

Mis 10 canciones










1) Don't play that song - Aretha Franklin
Click aquí, click allá y la enciclopedia audiovisual que puede llegar a ser el Youtube me mostró a la gran Aretha Franklin en directo interpretando esta canción. Así comencé a admirarla, a ella, al soul y al jazz.


2) Why don't you do right - Peggy Lee
Que las canciones de Peggy Lee sean sensuales hasta decir basta no es la única razón por la que esta señora haya entrado en mi lista... Es que, además, esta es mi canción favorita para cantar en la ducha.


3) My same - Adele
Impecable en directo y compositora de canciones sin demasiados adornos y melodías que sacan todo el partido a su voz, Adele es una de las cantantes actuales que más admiro. My same, aunque no es de sus canciones más conocidas, es de las más pegadizas. Puedo pasarme el día repitiendo “...think we’ll never match at all, but we do, but we do do do do...”


4) Inevitable - Shakira
En algún momento de su vida, antes de convertirse en una pseudo-beyoncé y ser mundialmente conocida, esta chica escribía letras preciosas. Éste es un ejemplo.

De su etapa discográfica más desconocida, con una Shakira morena en portada, me sé todas las canciones. Por eso no podía faltar ni ella, ni este tema (en el fondo, bien podría estarlo cantando yo).


5) Raquel - Jorge Drexler
Me señaló cuál era mi sitio, me ofreció una taza de café y encima, dijo mi nombre.


6) Si tú no estás aquí - Rossana
Si alguien hiciera la banda sonora de mi vida, supongo que esta es una de las canciones que no podría faltar. Y lo de supongo es un decir, porque de un modo u otro ha tenido mucha importancia... me puso los pelos de punta millones de veces, conseguí ponérselos yo a alguien cantándosela al oído, me hizo tener cientos de ojos puestos en mí unas cuantas veces y después ganar un premio de dudosa importancia de cara al mundillo de la música, pero que me ilusionó muchísimo... Y ahora lo que me hace es recordar, recordar muchísimas cosas diferentes.


7) Me llaman octubre - Love of Lesbian
Desde que les descubrí, me he hecho fan de este grupo y sus letras. Nada de sin ti nada tiene sentido, solo pienso en ti, estrellas, sol y luna... Que parece que es de lo único que hablan las canciones.

De entre todas sus canciones, tuve que elegir esta, de la que ya había hablado alguna vez... Es que a mí, día sí, día no, también me llaman octubre.


8) Flightless Bird, American Mouth – Iron & Wine
Fue lo único bueno que saqué de la película Crepúsculo. Si tengo un día melancólico-desastroso-romántico, esta canción tiene que sonar.


9) Who’d have known – Lily Allen
Cuando algo empieza… empieza justamente así (creo recordar). Por eso me gusta. Tiene grandes temas esta británica. Otra de mis cantantes actuales favoritas. Una pena que se retire.


10) La Vie en Rose – Edith Piaf/Louis Armstrong
Técnicamente esto me hace tener once canciones en la lista, pero no era capaz de decidirme entre las dos versiones.

Ahora mismo me estoy viendo deambulando por la casa y tarareando la melodía. Si eso pasa, es que es un buen día. Por suerte, la mayoría de los días, veo la vida color de rosa...

08 febrero 2010

Empezaré con la conclusión.

No era él, al final de todo no. Y aunque sé que puede que alguien no termine de creerme, yo estoy segura. Confieso que alguna vez llegué a dudarlo, sobre todo después de la primera vez que le vi. Apenas un cuarto de hora y unas cuantas palabras fueron suficientes para que de camino al coche un par de centímetros me separaran del suelo. Así soy yo, no me hace falta demasiado para ilusionarme. Así era él, encantador, tierno y adictivo, solo de nombre.
No era él, porque en un abrir y cerrar de ojos volví a bajar de esa nube que me había inventado, porque no consiguió cortar mi respiración ni una sola vez al rozarme accidentalmente a propósito. Nada de mariposas ni ningún insecto que se le parezca.
Quizá el problema sea mío, por buscar algo que no existe. Por querer que alguien convierta mi pulso en un ruido escandaloso que me impida oír mis palabras y las suyas. Por desear fundirme lentamente mientras me miran a los ojos. Por buscarle involuntaria e inconscientemente, a él. ÉL en mayúsculas. El que me hará caer, caer, caer, caer... y así hasta entrar en un bucle infinito sin salida.
Vértigo.
Esa es la palabra. Eso producirán los centímetros que me separen de su boca.
Quizá no sea amor. ¿A quién le importa eso? Al menos me revolverá la sangre, las entrañas, los pensamientos viciados que ya están hartos de hacer el mismo recorrido una y otra vez dentro de mi cabeza... Al menos acabará con este silencio. Tanta calma me desquicia.

05 febrero 2010

Prosperidad abundante (el retorno)

Deben de irles muy bien las cosas a estos chinos. La primera vez que estuve allí, Prosperidad Abundante ya se caracterizaba por ser un local de gran tamaño y peligroso suelo resbaladizo que albergaba en su interior infinidad de objetos de diversa índole y dudosa utilidad. Apenas unos meses después, aunque siguen manteniendo esa esencia, muchas cosas han cambiado...

He de suponer que estas amables personas con dificultad para pronunciar la letra "r" desconocen por completo aquello que proclamaba totalmente convencida mi profesora de economía durante mis años mozos de bachillerato ("cuando creamos una empresa, los dos primeros años siempre y digo SIEMPRE son de pérdidas" -me parece estarla oyendo-), más que nada porque han duplicado el tamaño del local, lo que significa que su oferta en objetos absurdos también lo ha hecho. Además, pude observar que tienen un flujo de clientes considerablemente alto.

Sin embargo, el dato más revelador acerca del éxito de esta gente nos lo brindan los sistemas de seguridad reforzados en los imagino que han invertido una considerable suma de dinero: un grupo de chinos con muy mala leche que, lejos de darte la bienvenida nada más cruzar el umbral de la puerta, se abalanzan sobre ti al grito de "¡¡Señola, señola!!" (señora, señora) para que dejes tu bolso en la enorme taquilla que han puesto en la entrada.

Ya había visto esto de las taquillas en otras tiendas. En otras había visto también algún segurita. Incluso había visto taquillas y seguritas coincidiendo en un mismo negocio, pero jamás un grupo de chinos dispuestos a hacer gala de sus conocimientos de artes marciales a la primera de cambio, colocados en fila frente a un sinfín de pequeñas puertecitas numeradas. Como comprenderán, esto solo puede pasar en comercios que manejan grandes cantidades de capital.

Otra cosa que me maravilló fue que cada una de las personas que allí trabaja, casi tantas como clientes tienen (para así poder perseguirlos por los pasillos de manera eficaz) lleva una llamativa camiseta amarilla con letras rojas que proclaman en mayúscula "PROSPERIDAD ABUNDANTE". Sí. Se han hecho uniformes. Esto va viento en popa, señores. No descarten encontrar cualquier día sucursales en otros puntos de la geografía española.

Pero no solo saqué interesantes conclusiones después de mi última visita a Prosperidad Abundante. A pesar de que me arriesgaba a tener un pleito con alguno de los Jackie Chan que merodeaba por los pasillos, no pude resistirme a sacar la cámara al ver estos absurdos objetos....

  • Delfín rosa con botón



Puede que sirva para dar masajes, puede que no. Jamás lo sabré, porque lo pillé sin pilas.

  • Jumbo Remote (o mando XXL)


...y en tu casa jamás volverá a preguntarse "¿Alguien ha visto el mando?"


  • Doraemon-esponja
Por si siempre habías soñado con que Doraemon te enjabonara la espalda. Sueños más raros se han visto.

  • El cerdo vaca / la vaca cerdo


Sobra decir que nos encontramos ante un elemento transgénico.


Habría sacado más fotos, pero valoro mi vida. Quedaos con eso y con mi testimonio. Si han llegado hasta aquí sabiendo cuatro palabras... ¿qué no conseguirán cuando dominen las oraciones subordinadas?

01 febrero 2010

Trompa de agua en Tenerife

Gigantescos nubarrones del color del asfalto cubrían esta tarde el cielo de Tenerife hasta donde alcanzaba mi vista. Hay que añadirle a la tenebrosa estampa lluvia en cantidades industriales y charcos que de ser clorados, servirían de improvisadas piscinas. Acababa de poner un pie en tierra firme después de tres horas en barco desde Gran Canaria y ya cargaba unos cuantos litros de agua en cada bota.

Como ya sabrá más de uno, en Canarias tormenta es sinónimo de desastre, y hoy Santa Cruz era un pequeño infierno improvisado. Barrancos desbordados, calles anegadas, desprendimientos, circulación imposible y desconcierto popular. Para más inri, los teléfonos de los servicios de emergencia estaban totalmente colapsados. Así que, como mi padre y yo queríamos volver a casa lo antes posible, no nos quedó otro remedio que ponernos en camino, eso sí, despacito y con buena letra y de paso, encendiendo la radio para ver si así nos enterábamos de algo.

Sintonizamos Radio Club Tenerife. Juan Carlos Castañeda al aparato recibiendo las llamadas de los oyentes. Por supuesto, la protagonista del día era la tormenta.



Mujer-oyente-número-1: ¡¡Ayyyy Juan Carlos!, ¡Ay, qué angustia!, ¿tú no sabrás cuándo volverá la luz a la calle “X”? A ver si me va a pasar lo del año pasado, que tuve que tirar todo lo que tenía en el congelador porque se me echó a perder.

Juan Carlos (igual de trastocado que yo, imagino): Eh... señora, tranquila. ¿Qué le parece si escuchamos a la portavoz de Unelco Endesa que está al otro lado del teléfono? (¿..y le preguntamos qué hacemos con sus congelados?)

[...]

Hombre-oyente-número-2: “[...] las calles se encuentran totalmente inundadas por esta trompa de agua”

Juan Carlos (que otra vez igual que yo, no contiene la risa): Será tromba, hombre.

Hombre-oyente: Eso, eso. Trompas las de los elefantes.

[...]

Mujer-oyente-número-3: “Mi calle está llena de... ¿cómo se dice?, bloques. Bloques por todos lados. ¿Sabes lo que te digo? ¡Mañana mismo deberían de hacer elecciones!

Juan Carlos: ¿Ha dicho usted que hay que convocar elecciones?

Mujer: Sí. Elecciones. Y verías tú como vienen todos por los pueblos. Con tanta agua.

[...]

Sms-enviado-al-programa: Esta lluvia son las lágrimas de la virgen de candelaria por el resultado del Tenerife. Y menos mal que está el transporte público.

Juan Carlos: Curiosa mezcla de religión, deportes, meteorología y medios de transporte.

Ni en días como hoy descansa la gente peculiar. Menos mal.

(no lo diré porque tengo miedo a decirlo en voz alta)

...pero cualquier día tendré que utilizar otra palabra para referirme a lo que provocas en mí.

Respira hondo, no lo diré.
No, porque a veces poner voz a los pensamientos puede hacer temblar los cimientos de la conciencia. Y no es cuestión.
Además, ni que me hubiese enamorado. Qué tontería. Nada más lejos de la irrealidad.
Realidad. He dicho realidad.