06 agosto 2010


Después de un suicidio verbal, lo natural era morir en el acto. Y eso hice. Que más da. Si era lo que quería. Desenredar pensamientos, soltarlo de una vez, atarme la soga al cuello.

8 comentarios:

X dijo...

Te leeremos desde la otra vida (o no).

5 de agosto de 2010, 19:46
r dijo...

Hay vida después de la muerte. Pero es diferente.

5 de agosto de 2010, 19:48
Luna Méndez dijo...

No, no, pequeña.

Morir no es la palabra, sino renacer; más sabia, con más experiencia y más racional.

Verás ahora qué bien!

5 de agosto de 2010, 20:49
r dijo...

(qué curioso... es el primer post que ha ido creciendo en cada uno de los sitios en los que está "mi sitio" en internet, quién esté en todos lo verá :))

Yo no soy eso. Soy una torpe. A veces con gracia.

5 de agosto de 2010, 20:52
Juan Rodríguez Millán dijo...

Ni se te ocurra morirte. No pienso dejarte, y menos cuando no hay sucidio verbal posible en tus palabras. Y como te mueras, estoy más que dispuesto a echarte una buena bronca. He dicho.

5 de agosto de 2010, 21:20
r dijo...

que no he muerto. que no he muerto.

5 de agosto de 2010, 21:22
ExCorazonRoto dijo...

Hola!

No se si te he pasado ya alguno de estos pero por si acaso...

http://vimeo.com/4931853



http://vimeo.com/7412920


Que el vertigo pase...

6 de agosto de 2010, 14:22
r dijo...

esas cosas no se dicen

6 de agosto de 2010, 15:09

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