21 mayo 2010

Supervivencia en alta mar (o cómo conocí a Señor-agrio)



Estoy pensando en comprarme un chaleco antibalas para la próxima vez que coja el barco. Lo digo totalmente en serio. Durante dos años he estado navegando cada fin de semana, casi sin excepción, y he llegado a la conclusión de que en las tres horas que dura el trayecto puede pasar cualquier cosa. Repito. Cualquier cosa.

Porque no es normal que un chillido de júbilo [emitido por alguien que llevaba diez cubatas encima] la saque a una del sueñecito que se está echando en la incómoda butaca para evitar marearse, y lo que vea nada más abrir los ojos sea a un huevo kinder meando en un helecho plástico a dos metros de distancia. Que sí, que era época de carnavales, pero aun así no deja de ser desconcertante.

O que a cuenta de un enchufe en el que conectar un portátil se desate una batalla campal. O que un señor se desgañite ante mis ojos, mis estupefactos ojos, y proteste impertinentemente porque el sofá en el que estoy sentada no está ocupado.

[...]

Señor-entrado-en-años-altivo-y-con-muy-MUY-mala-leche: Señorita, ¿está ese sitio ocupado?

Yo-sentada-en-una-silla-ocupando-parte-de-un-sofá-con-mis-cosas: Eh... no. En realidad no.

Señor-dirigiéndose-a-otra-chica-que-estaba-a-mi-lado: ¿Está ocupado?

Chica: No.

Señor-alzándome-la-voz-hasta-rozar-la-falta-de-respeto: ¿¿Estás segura?? ¡¿Estás segura de que este sitio no está ocupado?!

Yo-sin-entender-por-qué-ese-viejales-se-enfurecía-cada-vez-más: Eh... sí. Oiga, si quiere sentarse, quito mis cosas enseguida. No hay problema.

Señor-que-se-ve-que-tenía-un-inversor-de-palabras-educadas-instalado-en-el-cerebro-que-convertía-todo-sonido-en-insultos-malsonantes: ¡¡¡ME PARECE INDIGNANTE!!! INDIGNANTE. Yo soy de la casa, y sé cómo va esto. Hay una madre con una niña dando vueltas que no sabe donde sentarse, ¿sabes? Ahora mismo voy a traerla, y vas a quitar tus cosas. ¡¡Y esa gente que está ahí acostada también va a levantarse!! ¡¡PORQUE LO DIGO YO!! Vaya que sí.

Yo-estupefacta: ...yo no he visto a esa señora. De cualquier forma, no tengo problema en cederle el sitio. Aun así, debería dirigirse mí con respeto, igual que yo me dirijo a usted. Más todavía siendo de la casa. No olvide que soy cliente.

[Me da la espalda. No contesta. Se larga. Pasan unos minutos. Vuelve]

Señor-después-de-traer-a-señora-con-niña-y-dirigiéndose-al-resto-de-la-sala: UNA VERGÜENZA... Qué falta de respeto. Gente como ustedes no son clientes.


[...]

Señor-agrio hubiese continuado atrayendo las miradas de los presentes con su monólogo, de no ser porque un tío se levantó y decidió interrumpirle a empujones. Después de eso, llegó otro, y otro, y señor-agrio, valiente valentón envalentonado, más les provocaba. Y yo ahí en medio, en mi silla. A punto de alcanzar una zurra por decir que mi sitio no estaba ocupado. Quién me manda.


Lo más curioso de esta historia fue descubrir que, según palabras textuales de la propia señora-con-niña, este sujeto fue a buscar a la mujer cuando ya estaba sentada y no pretendía moverse, y la obligó a levantarse y a meterse en este embrollo.


Que las anécdotas absurdas me acechan no es un secreto. El problema es que encima ahora se están tornando tensas. Voy a tener que estar preparada.

17 comentarios:

Juan Rodríguez Millán dijo...

También tienes otra opción. Puedes convertir en un tío de metro noventa, porque me da que así no se atreve contigo el "diligente" empleado de la compañía... Si es que la gente se indigna por nada, cada vez con más facilidad...

Y lo del huevo Kinder suena inenarrable.. Lástima no tener foto, rivalizaría con las de tu local de chinos...

X dijo...

Pero ¿tú qué barcos coges, muchacha? Esto en Vacaciones en el mar no pasaba. xD

r dijo...

Una lástima lo del huevo kinder, sí... creo que cuando eso no era aficionada a fotografiar cosas insólitas.

r dijo...

Y mira que hay quienes lo ven exótico, X...

Carlos dijo...

Pues, precisamente, por "ser de la casa" y tratar así a una señorita, se merecería que lo pasen por la quilla ¬¬.

(¿Comprarte un chaleco antibalas?... no... la próxima vez que estés a bordo, tienes que "coger prestado" un chaleco salvavidas... que es más apropiado... como su propio nombre indica ;) )

Arciel dijo...

Perplejito me hallo. No sé si reirme, compadecerte, contarte algo sobre mi inefable vida, sentir empatía, ponerme serio, vacilón... Creo que voy a ser ambiguo: Recórcholis. Caracoles. Cómo se está poniendo la vieja Canarias.

Luna Méndez dijo...

Oh dear God.

y está demasiado utilizada, pero voy a decir una vez más aquello de "y luego hablan de la juventud"

mecawenlaleche!! que tío más imbécil!

PinKbutTerflY dijo...

Ese hombre tenía un mal día. Debería dar clases de cómo perder clientes no?
Me lo imagino obligando a la señora a ir a sentarse en otro lugar !! jajaa! Tenía ganas de pelear seguro.

un abrazO.-

Anónimo Gutiérrez dijo...

Esta juventú...

r dijo...

Carlos... ¿esas cosas anaranjadas? Con lo poco que favorecen...! ;)

Irotz... Recórcholis. Caracoles. Graciosa manera esa de admirarse/escandalizarse, jeje

Cascabelínmío... era un viejales agrio agrio. A ese no le corría sangre por las venas, pura hiel era lo que tenía. Pero sí que era de la casa. Cada empleado que pasaba le lamía las migas que estaba dejando en la mesa. Tanta prepotencia aunadas en una sola persona solo podía venir de las altas esferas...

Pinkbutterfly... Muy inteligente por su parte no fue. Tratar así a alguien que viaja con ellos todos los fines de semana fue un error, está claro. Yo intenté recordárselo, pero para el caso que me hizo... Será porque en el fondo sabía que tampoco es que hagan su agosto conmigo.

Señor anónimo... si es que es muy normal que el pobre hombre se enfadara. Me ennerva infinitamente que los asientos por los que pregunto no estén ocupados.

r dijo...

enerva, con una n. Que luego me pasan revista de las faltas ortográficas.

sonny del aire dijo...

si es que hay gente que se levantan un día con malas pulgas y siguen así toda la vida.
El próximo barco que deberías coger sería un crucero, y así toparte con el viejuno ese durante 10 días para ver como se le va cambiando la cara de la verguenza.

r dijo...

Quita, quita... rezo para no verle este lunes.

Luna Méndez dijo...

Jjajajaja
estoy a uvas, me puse a leer tus comentarios y pensé: "ay :( no me contestó" Tantos nombres me pones que al final un día tendremos una desgracia..xDDDDD

:D

Laury Muñoz dijo...

OMG, Qué miedo ese señor XD
Un besazo!

r dijo...

Es que de "luna lunera, cascabelera" digievolucionó a "cascabelín", y de "cascabelín" a "cascabelínmío" y de "cascabelínmío" a "plateado satélite terrestre", porque me salió así, de repente.
¿Cómo no iba yo a contestarte? :)


Laury... si le hubieses visto, más miedo te habría dado. Imagínate a un hombre canoso, arrugado, serio, con entrecejo fruncido, con una actitud de soberbia insoportable. Ése es Señor-agrio.

Durrell dijo...

Hay mucha gente amargada por este mundo y si no lo demuestra, revienta.

Tu blog me parece interesante y divertido, volveré.

Saludos :)