05 junio 2014

Diría que no lo deseo ya. Que quiero irme rápido y lejos.
Como una explosión, como un suspiro.
Bum.
Esfumarme y no volver.

Lo diría. Pero solo lo pienso, aunque a gritos, mientras me quedo quieta con los ojos abiertos. Esperando, quién sabe por qué, a que vuelva, más tarde que la última vez, mientras me pregunto cómo era todo antes de este hueco. Cómo era querer, porque ya no lo siento. 

Y ahí está.
Aparece siempre después de un tiempo. 
El caballero de la armadura oxidada llega hasta mi puerta.
Pidiendo perdón con lágrimas en los ojos y flores muertas.

Diría que no sé perdonar, o que no quiero.

2 comentarios:

dEsoRdeN dijo...

los humanos tenemos esa especial habilidad para complicarnos la vida...

BELGA dijo...

Tienes un duende o algo dentro, escribes precioso, escribes tan bonito que me meto tanto que parece que has escrito mi vida. Me gustaría escribir así, o por lo menos, sabes expresarme tan bien que pudiese expulsar esa bola que oprime el estómago a veces con solo palabras. Hurra!