08 julio 2011

De repente tú no eres tú, eres otro.




Has crecido demasiado desde que te apuntaste en aquel cursillo acelerado para aprender a conducir por calles estrechas y oscuras. Has crecido tanto, tanto, que ahora me parece que eres demasiado grande para mí. Demasiado grande, demasiado astuto, demasiado distinto.

Y aun siendo así, has corrido tanto que desde este punto, el punto exacto en el que nos separamos, en vez de verte grande, te veo inalcanzable y diminuto como una hormiguita del tamaño de la uña de mi dedo meñique.

Pensándolo bien, quizá deba darte la enhorabuena. Siempre quisiste llegar lejos y lo has conseguido. Has llegado lejos, demasiado lejos.

4 comentarios:

AM Editorial dijo...

"...demasiado lejos", y yo aún sigo aquí, esperando atontada.

Cómo duele eso...

Un abrazo!

Juan Rodríguez Millán dijo...

Tú creces con cada palabra. Lejos o cerca, pero creces. Y eso, aunque sea desde lejos, es para seguir aplaudiéndote. Y leyéndote. Y disfrutándoye. Y admirándote.

Irune dijo...

¡Que bien escribes! Me encanta el último párrafo :)

Anónimo dijo...

Y hablando de llegar lejos....tu lo harás! estoy seguro, chica talentosa
beso de anónimo enamorado