pero aquella noche volví a casa pensando en aquel par de segundos en los que estuvimos en el mismo lugar.
Aquel par de segundos en los que estuvimos tan cerca.
Y no puedo dejar de repetir la escena.
Quizá siga así hasta que se me olvide,
quizá lo recuerde hasta que vuelvas.
De haber podido, habría parado el tiempo en aquella noche
para verte siempre por primera vez.
Nos quedaríamos a vivir para siempre en la mesa en la que nos sentamos,
junto a la ventana,
y seríamos vecinos del resto de parejas que estaban también en aquel bar.
Créeme que lo haría si pudiera, dijo él.
la de la insaciable paciencia.
Podría haber seguido durmiendo marzo entero,
y después abril, y así hasta llegar a un enero,
o cualquier otro mes de un año cualquiera sin que hubiera pasado nada,
ni tampoco dejara de pasar nada en especial.
Podría haber sido así,
pero ya sabes que el futuro no se escribe en condicional.