21 junio 2015

No sé por qué habré vuelto a leerte.

Por qué me habré metido en el pasado, por qué me habrá dado por recordarte. Viéndolo ahora con la perspectiva que dan los años me doy cuenta de todo lo que no llegué a ver por no haber estado dentro de mi cuerpo. Me doy cuenta de que no te ví, como después a mí no me vieron. No sé por qué habré vuelto a leerte, porque Aranjuez y Menorca ya no existen. Quizá lo he hecho porque después de todo, después de haber vuelto, ahora que tengo ojos, ahora que veo, me da pena recordarme así. Me da pena recordarte muerto.

20 junio 2015

Pienso en ti, aunque parezca extraño.

Pienso en todo lo que no está pasando
y en aquel día que nos encontramos,
hace hoy unos treinta años.

Pienso en aquella playa,
aunque no tenga sentido.
Pienso en las cosas que te dije,
pienso en cómo me mirabas.

13 junio 2015

Je ne comprends rien, o lo he entendido tarde.

Todo este tiempo callados,
esperando a que el otro hable.

No dijiste nada.
No dijimos nada.

Ahora no paro de pensarlo,
no dejo de escucharte.
Tengo tus frases a mi alrededor,
están por todas partes.

No entendí nada,
tenía que haberlo visto antes.



12 junio 2015

Apriétame.

Pégate a mi frente.
Cuando veas que voy a volver a marcharme cógeme fuerte,
y mírame desde ahí,
no dejes que piense.

Acércate todo lo que puedas,
métete en mi cabeza.
Dime cualquier cosa.
Cualquier cosa que digas será suficiente.


Me pregunto si alguna vez has pensado en qué soy.

en dónde estoy ahora,
en qué me pasará más allá de la sonrisa.

Dudo que quisieras saber más.
No te importa,
y tampoco importa en realidad.

Porque yo no soy capaz de ponerte cuerpo y origen.
No sé nada más de lo que ya he visto.
No sé si podría llegar a ver algo más.

10 junio 2015

Viniste a aparecer aquella noche.


La noche en la que yo tenía demasiada prisa como para ver algo más que la salida,
demasiadas ganas de huir como para dejarme caer en brazos de nadie.
Ahora que lo pienso, tendría que haber acabado de otra manera.





02 junio 2015

Me siento rara desde aquella noche.

Como si aún estuviera allí, a pesar de haberme ido.
Tengo la sensación de que mi respiración se quedó en aquella habitación,
contigo,
que podré a recuperarla cuando me encuentres,
cuando vuelvas a tocarme.