Yo todavía llevaba algo de amor encima antes de escuchar aquella frase.
"Pasará lo que tenga que pasar", dijo. Frío. Indiferente. Como si no le importase que desapareciéramos, que no volviéramos a hablar. Y realmente ya no le importaba. No respondí. Me despedí y colgué el teléfono.
Me bajé del bus, y el amor que llevaba encima lo dejé allí, sobre un incómodo asiento de plástico.
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3 comentarios:
...fue la antesala de la primera vez que hablarás con quien tenga que venir a hablarte...
A veces envidio a esas personas que son capaces de dejar de sentir tan rápido. O al menos, saben fingirlo demasiado bien
Me gusta mucho este texto. Ademas me recuerda muchísimo a uno mio. Espero que te guste. http://desnudaelfuturo.blogspot.com.es/2014/01/por-aquello-que-nunca-queriamos-ser.html
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