No más días monocromáticos.
No más puntos suspensivos inmortales.
No habría nada de eso si apareciera de una vez y me cogiera por la cintura.
Y me sacara a bailar, me sacudiera las dudas,
me revolviese el pelo y me estrujase el cuerpo.
Sería día de fiesta.
Y dejaría de congelarme progresivamente,
como lo estoy haciendo.
Se me olvidaría todo.
Si estuviera sería distinto.
Dejaría de ser enero.
3 comentarios:
Enero es el primero... a mí me gusta todo en Enero. Incluso el beso después de las campanadas.
Besos!
genial el poema (:
Tequila... pues yo no he sabido de eso este enero. Los eneros me van grandes la mayoría de las veces.
Nachtflug... salió solo, sin darme cuenta :) Gracias
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