fragmentos de libros que no he escrito todavía,
poemas dramáticos,
absurdas cosas que me pasan.
27 enero 2012
No terminaba nunca de saber qué es lo que iba a pasar con ellos.
No terminaba nunca de saber qué era lo que tenía que hacer. No sabía si estaba saltándose alguna norma inviolable que en realidad no conocía, si tenía la cabeza en otra parte, si corría demasiado o si en realidad jamás se había movido. Nunca sabía si debía preguntar o dar por hecho.
De la euforia al vértigo, del vértigo a la nada, y de la nada al eco. Eso era lo único que hacían, esa era la única verdad, lo único que en realidad sabía sobre ellos.
4 comentarios:
Oh. Siempre dije que los quizás eran la forma elegante que tiene la gente para decir que algo no puede ser.
Claro que este no es el caso.
Oh. Marwan. Tengo la supersuerte de cantar con él el día 6 de febrero.
Me encanta.
También tiene blog, por cierto.
Imposible evitar pensar que algún día Zooey se convierta en She, y tú seas el Him con el que danzar bailes alocados...
qué cosas, querido Desorden.
delirios dEsoRdeNados nomás, querida Raquel...
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